viernes, 5 de septiembre de 2008

De las fiestas de Alcalá al proyecto municipal del PCE.

Hace justo un año, el Alcalde de Alcalá Bartolomé González junto con los concejales del PP decidieron quitar el derecho de los partidos políticos a instalar su caseta en el Recinto Ferial. El objetivo oficial que sustentaba esa decisión era evitar que se produjeran los supuestos “altercados” entre los ultras y los integrantes de la caseta del PCE, cuando es sabido de todos –policía inclusive - que la conducta agresiva y violenta tan solo la tuvieron los neo-nazis y sus amigos falangistas.

Los hechos acontecidos después de las fiestas nos dieron la razón, ya que se repitieron los casos de agresiones en Alcalá por elementos de la extrema derecha, llegando a su paroxismo cuando la sede del PCE en Alcalá, el Centro Social “13 Rosas”, fue incendiada el 18 de marzo de 2008, poniendo en peligro la vida de los habitantes de las viviendas situadas en los pisos superiores. El Alcalde y el gobierno regional, frente al problema de la violencia ultra, siguen haciendo la vista gorda.

Apelamos la decisión tomada por Bartolomé González y presentada por el incompetente Concejal de Festejos Marcelo Isoldi, pero no obtuvimos una respuesta satisfactoria. Tampoco la obtuvieron las asociaciones y demás colectivos de ciudadanos de Alcalá a los que se había prometido un lugar en el recinto ferial donde poder exponer el trabajo realizado en Alcalá y ofrecer sus actividades lúdicas para las fiestas.

La agrupación del PCE de Alcalá de Henares, frente a estos repetidos atropellos a la democracia local y a la participación ciudadana, decidió entonces convertir su sede de la C/ Ronda Pescadería en una “caseta” urbana para las fiestas de 2008.

¡Y fue un éxito!

Desde el primer día, unos folletos repartidos a la entrada del ferial (siempre con la obstrucción por parte de la Policía Local) indicaban a los Alcalaínos cómo desplazarse hasta esta “nueva caseta del mojito”.

Hacia la mitad de las fiestas, el grupo alcalaíno "Los Nocturnos" ofreció un concierto que trajo a la sede del PCE a una multitud de jóvenes - y menos jóvenes - de la ciudad complutense. Todos ellos pudieron disfrutar, bien en la abarrotada sala o bien desde la calle y a menudo con un vaso de mojito en la mano, de una actuación de calidad que duró cerca de dos horas. Este rotundo éxito de afluencia y conciencia ciudadana prosiguió hasta el último día de fiestas, con mucha alegría y fraternidad, sin que se produjera el más mínimo incidente.

El intento por parte del Alcalde, junto con la derecha y la extrema derecha alcalaína, de ligar nuestra agrupación a los problemas de seguridad en fiestas ha fracasado. De hecho, este año han abundado los actos vandálicos y peleas multitudinarias en el recinto ferial, demostrando el esfuerzo que deberá realizar en Alcalá el próximo equipo de Gobierno de izquierdas para que nuestras fiestas sean también las de la libertad de expresión, de la convivencia pacifica y del civismo.

Los comunistas alcalaínos seguimos reivindicando y luchando para que nuestras fiestas no se reduzcan a un mero – y muy caro - desmadre de 10 días, una borrachera generalizada que no aporta nada a nadie y conlleva año tras año a que se multipliquen peleas y agresiones de todo tipo.

Con la apertura de su sede en Alcalá, el PCE se convierte así en el único referente político alcalaíno que permanece presente en las Ferias, compaginando la cultura y la conciencia ciudadana con un ambiente relajado propio de unas fiestas de nuestra ciudad Patrimonio de la Humanidad. Por ello, durante toda la semana, fueron muchos los responsables e integrantes de las distintas fuerzas de izquierdas de la ciudad, así como militantes del PCE, simpatizantes y amigos o, simplemente, personas que buscaban otro tipo de ambiente que el del recinto ferial, que se pasaron por allí para iniciar el curso político 2008-2009 y debatir de la situación que vive nuestra ciudad, desde el proceso de desindustrialización, la privatización forzosa de los servicios, la cesión de terrenos públicos para uso privado, hasta los atropellos del gobierno municipal a la vida democrática local, su pobre y retrograda gestión cultural, la construcción de los campos de golf o de la incineradora de plasma.

Desde nuestra agrupación, seguimos apostando por la unidad de acción de la izquierda alcalaína para hacer frente a la política privatizadora, conservadora y nefasta para el medio ambiente del PP local. Eso sí, sin renunciar a nuestra propia política, para que, lo antes posible, se den las condiciones de un cambio profundo a nivel local que haga posible la construcción de un socialismo municipal republicano, democrático y participativo, capaz de recuperar y mantener nuestras industrias, de dotar nuestra ciudad de un sector público fuerte y eficaz - única garantía de igualdad entre los trabajadores y ciudadanos de Alcalá – y de fomentar un modelo cultural abierto, moderno y solidario.

Esa es nuestra visión de presente y futuro para Alcalá; y el sentido de nuestro compromiso como Alcalaínos y comunistas.

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