En legitima defensa de sus puestos de trabajo, los trabajadores de Roca impidieron el acceso y salida de vehículos a la fábrica durante horas.
El claro proceso de deslocalización que está tratando de perpetrar la patronal para aumentar sus beneficios a consta de los mismos trabajadores que han hecho grande a la compañía, representa la cara más siniestra del neoliberalismo.
El actual modelo económico no atiende a ninguna ética ni responsabilidad social, únicamente persigue el máximo beneficio. Es por tanto, un sistema injusto que acrecienta las diferencias sociales y nos empuja a la precariedad laboral.
Es preciso que el Estado desarrolle industria pública bien gestionada. Una industria de todos, preocupada por generar riqueza y por perdurar en el tiempo generando puestos de trabajo. Y exactamente lo mismo se ha de hacer con la banca y el sector energético.
No es lógico que los pilares de la sociedad estén en manos de aquellos que sólo persiguen un mayor índice de beneficios.
SI NOS DIVIDEN ESTAMOS PERDIDOS
El neoliberalismo trata de dividir a los trabajadores para que busquemos culpables entre nosotros y no nos organicemos contra los auténticos causantes de la crisis. El PsoE ha aprobado la Nueva Ley de Extranjería, la cual roba los derechos fundamentales a los inmigrantes no regulados. El sistema se muestra implacable con los trabajadores que cruzan fronteras en busca de trabajo, pero permite la existencia de paraísos fiscales donde las grandes fortunas eluden su obligación de pagar impuestos.
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