HUELGA GENERAL
Escribo pensando en los trabajadores de EATON, que cada mañana se concentran a la puerta de la factoría para protestar contra el ERE que plantea nuevos despidos. Pienso en los compañeros de Vetrotex, donde hice prácticas de empresa hace 10 años, que se enfrentan a las amenazas e incumplimientos de la patronal. En los compañeros de Electrolux, que miran a un futuro que se presenta incierto.
Escribo pensando en los trabajadores que diariamente hacen largas colas en las oficinas de empleo. Escribo sabiendo que mañana me puede tocar a mí.
El Fondo Monetario Internacional y el Banco Central Europeo, grandes promotores de políticas neoliberales, han convencido al “socialista” Gobierno de España. Las medidas de recorte salarial, congelación de pensiones, abaratamiento del despido, subida de impuestos indirectos, aumento de edad de jubilación, privatización de los servicios públicos… ya están sobre la mesa.
Todos estos ataques a los trabajadores se quieren hacer pasar como necesarios e inevitables. Nos quieren hacer creer que son medidas que reparten solidariamente los costes de la salida de la crisis.
Dirigentes del PSOE y PP han llegado al consenso. Reforma laboral, recortes, menos inversión y reducir gasto público. Todas las derechas están de acuerdo en cómo sacarnos de la crisis.
Políticos y tertulianos nos repiten por radio y televisión que la Huelga General no sirve de nada, que hacen perder la confianza de los inversores y mercados, que permanezcamos callados y domesticados en espera de tiempos mejores.
Ante este panorama, ¿es necesaria la Huelga General?
Una Huelga General no debe ser una simple acción de protesta. Una Huelga General debe ser la defensa de una alternativa.
Existen alternativas para reducir el gasto público sin atacar a los que menos tienen.
Se debe restaurar el Impuesto de Patrimonio, que ha perdonado más de 2.200 millones a los más ricos, y destinar este dinero a Programas de Empleo.
Se debe sacar a la luz el dinero negro. En la actualidad se estima que el dinero negro en España se acerca al 25% del PIB.
Aumentar el impuesto sobre beneficios (Impuesto de Sociedades) a las entidades financieras. Los bancos siguen aumentando sus beneficios a pesar de la crisis.
Se debe hacer tributar a los millonarios cuyas sociedades patrimoniales de inversión sólo lo hacen al 1%.
No se debe subir el IVA, que es un impuesto indirecto al consumo, que afecta por igual al rico y al pobre. Únicamente se debe subir el IVA a los artículos de lujo.
Se debe aumentar el IRPF a los salarios más altos. Que paguen más los que más tienen.
Limitación de los salarios de los Cargos Públicos. Basta de sueldos escandalosos para los mercenarios de la política, por la implantación de un salario ético.
Eliminación de los Cargos de Confianza. Los Cargos de Confianza se han convertido en el modo de colocar a los amigos de Partido que no han conseguido un sillón en los procesos electorales, teniendo en muchos casos altísimos salarios.
Revisión de todos los contratos públicos que sospechosamente están por encima de los precios de mercado. Que afloren esos contratos públicos tan beneficiosos para ciertas empresas y a cambio de qué son esas prebendas.
Transparencia en las cuentas de la Casa Real. Los españoles tenemos derecho a saber cuánto dinero público nos cuesta cada Institución.
Justificación fundada de cada partida presupuestaria de dinero público que se destine ya sea a fundaciones, ONG`s, iglesias, sindicatos, asociaciones… Que no quede sombra sin luz.
La Iglesia debe pagar IBI como todos los demás. Ya bastantes impuestos se han ahorrado desde los Acuerdos del Gobierno con la Santa Sede, que datan del 3 de enero de 1979.
Sobran los motivos y hay alternativas que defender, hoy más que nunca se hace necesaria la respuesta contundente y organizada de los trabajadores en defensa de sus intereses. Hoy, más que nunca, es necesaria la huelga general.
David Cobo García
Responsable de Movimientos Sociales
Agrupación PCE – Alcalá de Henares
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