Sanidad Pública: ¿Copago o Repago?
LA FACTURA SANITARIA
Ya ha llegado al Hospital Príncipe
de Asturias la factura sanitaria “informativa”, de momento para los pacientes
que requieran los servicios de cirugía mayor ambulatoria, con la pretensión de
extenderse progresivamente al resto de los servicios. Dicha factura dice
textualmente “usted no tiene que abonar importe alguno por la atención
recibida, pero debe tener en cuenta que ello supone un gran esfuerzo económico
para todos los madrileños”. Pues bien, si la factura tiene meramente carácter
informativo y se nos dice que no hay recursos para financiar los servicios
públicos, ¿por qué se gastan tanto dinero sólo para informarnos del dinero que
cuesta algo que ya sabemos que cuesta dinero? La respuesta es sencilla: se está
preparando el copago en la sanidad.
EL COPAGO
En estos tiempos en los que la
mayoría de los sectores productivos han dejado de tener beneficios, el interés
del capital privado se está centrando en el sector público, pues es una fuente
segura de clientes y financiación. El copago sanitario es más bien el “repago”,
pues todos con nuestros impuestos financiamos la sanidad, y supondría tener que
volver a pagar para recibir la atención sanitaria, convirtiéndola así en
mercancía, y no en un derecho. Afectaría a la población con más bajos ingresos,
y ataca los principios de universalidad y gratuidad.
POR QUÉ NO HAY QUE ACEPTAR EL COPAGO
El argumentario de la derecha y de
las grandes corporaciones de la banca, la construcción, y del sector de los
servicios esgrime el abuso de los servicios sanitarios, cuando se ha demostrado
que está por debajo de la media europea si se descuentan consultas
administrativas o aquellas que en otros países realizan otros profesionales.
Tampoco se puede defender que el sistema es económicamente insostenible, pues
las sucesivas reformas del impuesto sobre la Renta han sido cada vez más
regresivas, pagando más los que menos tienen.
Además se ha ido reduciendo en los
últimos años el impuesto de sociedades, el impuesto de patrimonio, el impuesto
de sucesiones, etc. A este marco totalmente injusto hay que añadir un fraude
fiscal gigantesco. Así, la “sostenibilidad” es una opción política en función
de los intereses de la clase que se defienda, que en este caso no es la clase
obrera, los trabajadores. Tampoco se
puede argüir que el copago (repago) supondría un abaratamiento de los costes
sanitarios, pues estudios demuestran que en los países donde se aplica el
copago no se ha conseguido disminuir el gasto, y ha empeorado la asistencia a
las personas con menos recursos, ancianos y pacientes crónicos. Y esto es lo
más importante del asunto, la introducción del copago demuestra en países de
nuestro entorno, como por ejemplo Portugal, que las personas posponían las
consultas médicas, y se veían en atención primaria (donde se introdujo el
copago) casos de cáncer con una gravedad alarmante. La consulta se aplazaba y
se llegaba al médico cuando la enfermedad ya se había agravado, por lo que la
detección precoz de los más pobres desaparecía.
¿Qué hacer?
Dese el Partido Comunista de España defendemos que la
sanidad pública se establece para satisfacer las necesidades de las personas,
no para el comercio ni el beneficio económico, y no pueden regirse por
criterios de rentabilidad, sino de interés social.
El Partido Comunista de España
defiende que la sanidad pública de acceso universal mantenida con una
fiscalidad solidaria representa uno de los derechos sociales más significativos
alcanzados por la ciudadanía a lo largo de la historia, y son indispensables
para luchar contra las desigualdades sociales y territoriales.
Por ello, el Partido Comunista de
España está radicalmente en contra del copago, y llama a la movilización de la
ciudadanía para defender nuestro sistema público de salud. Estamos en contra de
las privatizaciones, y abogamos por la derogación de la Ley 15/97, que permite
la entrada de las empresas privadas con ánimo de lucro en la sanidad. Esta ley
fue aprobada por PP, PSOE, CiU, PNV y CC, siendo por tanto dichos partidos
responsables de lo que está ocurriendo.
ALTERNATIVAS AL COPAGO
Como ya se ha mencionado
anteriormente, hay dinero suficiente para mantener y mejorar la sanidad
pública. El dinero inyectado a la banca privada, la lucha efectiva contra el
fraude fiscal, la implantación de nuevo del impuesto de patrimonio y de
sucesiones, etc., son más que suficientes para mantener el sistema público de
salud.
Respecto al segundo punto, la
mejora de la sanidad pública en términos económicos, profesionales y expertos
nos dan algunas propuestas sobre el tema:
-
Ahorro en gasto farmacéutico con la compra
centralizada de medicamentos y distribución directa en los centros sanitarios,
ya que el margen de beneficio de las oficinas de farmacia ronda el 30% del
precio de venta de cada medicamento, y el 9% para los almacenes de
distribución.
-
Utilización de los recursos públicos al 100%,
como el funcionamiento de quirófanos y consultas hospitalarias mañana y tarde,
lo que reduciría la “necesidad” de conciertos y derivaciones a la sanidad privada,
que en algunas comunidades autónomas supone el 20% del gasto sanitario público.
-
Reducción del aparato burocrático y de gestión,
ya que las transferencias sanitarias han creado 17 sistemas con 17 aparatos de
gestión que ha contribuido a disparar el gasto sin producirse una mejora en la
calidad.
-
Rescate de los hospitales y centros sanitarios
privatizados, cuyos contratos a 30/60 años han empeñado la sanidad pública y la
endeudarán para los próximos años.
No hay que dejarnos engañar por
mentiras y justificaciones de los recortes en base a la crisis actual; el
sistema sanitario basado en la solidaridad, la igualdad de trato y la
universalidad es sostenible. Porque la gratuidad de la sanidad es el resultado
de muchos años de lucha de los trabajadores, ahora más que nunca tenemos que
defender el sistema público de salud universal y gratuito con igualdad en el
acceso para todos y todas porque, nunca mejor dicho, “nos va la vida en ello”.
PARTIDO COMUNISTA DE ESPAÑA
AGRUPACIÓN ALCALÁ DE HENARES
SECRETARÍA DE DERECHOS SOCIALES
No hay comentarios:
Publicar un comentario