Jesús García, concejal de IU en Meco, fue detenido hace un año después de que la policía cargase en un centro social del PCE en Alcalá de Henares. Sigue sin saber cuándo será el juicio
La Policía carga en un centro social del PCE en Alcalá de Henares y detiene a dos jóvenes, se leía en Público hace un año. Jesús García, concejal de IU en Meco y activista LGTB con la asociación DiversAH, es uno de los dos detenidos (la otra es Elena). A raíz de la gravosa situación de ambos detenidos, varios colectivos crearon la Plataforma Absolución CS( Centro Social 13 Rosas) para recabar fondos y una caja de resistencia ante la represión. Este domingo 15, aniversario de ese asalto policial, han convocado una manifestación antirrepresiva que partirá de la estación de Renfe de Alcalá de Henares a las 11 horas y será seguida de una comida popular de autofinanciación a las 14 horas. Lo recaudado irá destinado a sufragar los gastos judiciales de Jesús y Elena, que podrían enfrentarse hasta a 4 años de prisión. Por desgracia, este nuevo atropello policial y judicial recuerda al injusto juicio y condena de Alfon.
La Policía carga en un centro social del PCE en Alcalá de Henares y detiene a dos jóvenes, se leía en Público hace un año. Jesús García, concejal de IU en Meco y activista LGTB con la asociación DiversAH, es uno de los dos detenidos (la otra es Elena). A raíz de la gravosa situación de ambos detenidos, varios colectivos crearon la Plataforma Absolución CS( Centro Social 13 Rosas) para recabar fondos y una caja de resistencia ante la represión. Este domingo 15, aniversario de ese asalto policial, han convocado una manifestación antirrepresiva que partirá de la estación de Renfe de Alcalá de Henares a las 11 horas y será seguida de una comida popular de autofinanciación a las 14 horas. Lo recaudado irá destinado a sufragar los gastos judiciales de Jesús y Elena, que podrían enfrentarse hasta a 4 años de prisión. Por desgracia, este nuevo atropello policial y judicial recuerda al injusto juicio y condena de Alfon.
Jesús, ¿cómo recuerdas el asalto policial a la sede del PCE?
El asalto al CS 13 Rosas fue una muestra evidente del intento de frenar el auge de la movilización social y política y de, además, conseguir su descrédito y criminalización.
Hay que indicar que el hecho de que una veintena de policías irrumpan por la fuerza y sin orden judicial en la sede de un partido político implica un salto cualitativo en la escalada represiva que estamos viviendo. Pero tampoco es casual el que el ataque se focalizara en este espacio que es un punto de referencia para muchos movimientos como la PAH, el movimiento antifascista o el estudiantil.
El asalto al CS pretendía ser, por un lado, un golpe directo a la lucha de todos los movimientos sociales y políticos de Alcalá; y, por otro, un intento de criminalizar su labor, demostrado esto último por la presencia de una cámara de televisión de La Sexta (programa Policías en Acción) que debía haber grabado una trifulca entre activistas y policía, pero que finalmente, lo único que registró fue la violencia y la impunidad de los agentes represivos. Quizá esto explique el por qué La Sexta no ha emitido esas imágenes, que incluyen el registro ilegal de la sede y las declaraciones de un policía que argumenta que esto “es por vuestra ideología”.
Hay que recordar que el asalto se saldó con cinco compañeras heridas. La querella que el PCE interpuso al respecto ya ha sido admitida a trámite.
Poco después creasteis la Plataforma por la Absolución CS 13 Rosas para, entre otras cosas, conseguir fondos para una caja de resistencia que permita enfrentar las multas y gastos legales. En la tarde del viernes 9 de enero de 2015, un grupo de fascistas intentó sabotear el acto de presentación de la plataforma que se celebraba en Alcalá de Henares, ¿cómo vivisteis esa agresión?
La Plataforma engloba una veintena de organizaciones sociales, políticas y sindicales en lo que es una muestra de cómo su represión sólo puede generar solidaridad y apoyo mutuo.
Precisamente por esto, está en el punto de mira de la represión institucional y de sus instrumentos, uno de los cuales es el fascismo.
El acto de presentación de la Plataforma fue un rotundo éxito, y transcurrió sin incidente alguno hasta la llegada de un grupo de jóvenes neonazis que finalmente agredieron a dos compañeras.
La reacción de la Plataforma sólo puede ser el continuar con la lucha. No nos amedrentará (pues nunca lo ha hecho) el que unos neonazis, cumpliendo los intereses del poder, pretendan sabotear nuestra lucha.
¿Sabéis si a los fascistas agresores se les ha aplicado alguna multa o condena?
Pese a que tanto el PCE como compañeras de la Plataforma han interpuesto denuncia; a día de hoy no conocemos el que ésta haya dado resultado.
Es cuanto menos destacable el hecho de que la Policía no otorgara ningún tipo de vigilancia y seguridad en este acto, pese a que existía el riesgo de un ataque de estas características. Y más teniendo en cuenta que durante las reuniones de nuestra Plataforma pueden permitirse tener un furgón policial patrullando durante dos horas las cercanías del CS 13 Rosas. De nuevo impunidad para los fascistas y represión para las activistas.
Viendo este doble rasero para los fascistas/neonazis y los antifascistas, algo que volvimos a comprobar con el terrible asesinato de Jimmy a manos de fascistas del Frente Atlético que han salido impunes, ¿Crees que hay una maniobra para liquidar al antifascismo?
El movimiento antifascista, en tanto a su carácter rupturista para con el sistema y sus instrumentos, siempre ha estado en el ojo de mira de la represión estatal.
Si bien es cierto que, de un tiempo a esta parte, hemos vivido un despertar del antifascismo, ligado indudablemente al propio auge de la movilización social. Las antifascistas encarnan el elemento más consciente y combativo del conjunto de la movilización. Por tanto, la desarticulación de este movimiento se torna para el sistema como un elemento fundamental para la desmovilización generalizada que pretende.
Pese a ello el movimiento antifascista continúa, barrio a barrio, generando conciencia y pretendiendo ser un movimiento que aglutine a todas las golpeadas por la crisis en contra de sus verdaderos verdugos: la oligarquía económica y agentes políticos y represivos.
Tras la manifestación de este domingo los asistentes os acompañarán a firmar en la comisaría, como cada 15 días, “para evitar que os fuguéis”. ¿Cómo vives esta firma quincenal hasta el juicio?
Se trata de una medida cautelar que nos impuso el juez desde el día uno de la detención. En teoría pretende evitar riesgo de fuga o destrucción de pruebas. Dada nuestra condición de estudiante (en el caso de Elena) y de parado (en mi propio caso), la medida cautelar es absolutamente desproporcionada.
El tener que ir cada 15 días a firmar al Juzgado, teniendo en cuenta que eres víctima de un montaje policial, genera un gran sentimiento de impotencia y de rabia. Eres consciente de que estás siendo sometido a una vigilancia desmedida mientras los agresores y sus responsables políticos continúan en la más absoluta inmunidad.
Los acompañamientos al Juzgado que organiza la Plataforma no solo sirven para visibilizar el conflicto y reivindicar justicia (que es el objetivo principal) sino también para aportar un inestimable apoyo moral a las dos compañeras que estamos afectadas.
¿Sabéis algo del juicio?
El juez ya posee desde hace meses las grabaciones de La Sexta, y la fase de instrucción prácticamente ha concluido. Lo último que sabemos del caso es que se está en el periodo de transformación del procedimiento a la siguiente fase, la del juicio oral y todo indica a que, efectivamente, continuará el procedimiento. Es un paso importante en el procedimiento, y debe ser ahora especialmente cuando hagamos ver el que no hay ningún indicio de delito por nuestra parte, sino que se trata de uno más de los montajes de la Policía enfocados a la criminalización de las activistas.
Como represaliado, ¿cómo vives las consecuencias de esa detención?
El auge de la movilización social, de un cuestionamiento profundo a las bases del propio sistema capitalista, coincide con un momento de profunda crisis del Régimen. Aumenta el descrédito por las instituciones del Estado (monarquía, Parlamento y la propia Policía) y, a su vez, aumenta el prestigio de la movilización social, donde colectivos que discuten principios fundamentales de la sociedad (la PAH, el movimiento okupa, la huelga de barrenderos o el conflicto de Gamonal son solo unos ejemplos), reciben un gran apoyo popular.
La respuesta está siendo, como no podía ser de otra manera, una represión feroz a todo elemento de discrepancia con el Régimen. Esta represión se ha visto aumentada de forma paralela a estos procesos de deslegitimación del sistema y legitimación de la protesta social.
Como militantes y activistas que combatimos los recortes sociales, la precarización, el patriarcado, la pobreza, la privatización de los servicios, etc., somos elementos a eliminar (de una u otra forma) por el aparato represivo. Las consecuencias pues de nuestra represión, son las mismas que las del resto de compañeras represaliadas; un intento de eliminarnos (a nosotras directamente, pero también a nuestro entorno) de la lucha social. Un intento de aislarnos y apartarnos de la protesta. Solo la solidaridad que están demostrando tantos colectivos pueden hacer llevadera la lucha frente a su represión.
¿Económicamente y en tu día a día te ha dificultado tu labor activista esa imputación, crees que esa es la estrategia policial?
En tanto que debes preocuparte más de tu propia situación como imputado, se generan muchas trabas a la hora de desarrollar la labor activista que desarrollaba habitualmente. No es solo una cuestión de tiempos que debes dedicar a la propia lucha por la absolución, sino también de desgaste moral.
La estrategia policial hoy en día juega precisamente a esa baza. Desgastar, agotar a las activistas mediante la represión; las multas, las identificaciones constantes, los montajes policiales. Pretenden hacernos sentir solas e impotentes, pero solo consiguen aumentar nuestra unidad y nuestra fuerza.
¿Crees que es coincidencia que la mayoría de los multados y condenados seáis jóvenes precarios y activistas contra la corrupción y pobreza impuestas?
Son los sectores más sacudidos por la crisis (la juventud precaria, las paradas, las jubiladas) los que están protagonizando las movilizaciones de los últimos años; el aparato represivo es consciente de ello y por eso pretende, como una parte esencial de su estrategia represiva, golpear a estos sectores populares con sanciones económicas que no van a poder hacer frente. Pretenden generar la conciencia de que el ir a una manifestación o parar un desahucio, te acaba costando una deuda de por vida.
Es uno más de los instrumentos que utilizan para parar una movilización que es fundamentalmente de las capas populares. Por ahora, y tras la estrategia de las sanciones masivas que se dieron durante el 15M, solo han conseguido que la protesta aumente más y más cada día.
¿Cómo vives la venidera Ley Mordaza que pondrá multas de hasta 600.000 euros a gente sin recursos por protestar por su opresión?
La Ley Mordaza (al igual que la Ley de Seguridad Privada y la reforma del Código Penal) son una vuelta de tuerca más en la escalada represiva que ha protagonizado el PP en estos años. Pretenden frenar en seco la movilización social; bien sea mediante multas astronómicas o bien mediante la supresión de las faltas y sanciones penales más duras.
Es urgente que todos los movimientos sociales, sindicales y políticos nos centremos en la lucha frente a este nuevo ataque represivo, pues pretende cercenar precisamente aquellos derechos que permiten conquistar el resto: los derechos de manifestación, reunión y huelga. Sin estos instrumentos, la movilización social sufrirá un duro golpe, el mayor desde la dictadura franquista.
Venís denunciando un incremento de grupos fascistas en la zona del Corredor del Henares, una denuncia que coincide con la zona sur de Madrid que se conocía como “el cinturón rojo”, ¿a qué crees que se debe?
El auge de los grupos fascistas siempre ha venido de la mano de épocas históricas protagonizadas por crisis económicas. Frente al aumento de la pobreza en los barrios obreros, el poder extiende un discurso de culpabilización a los sectores más sensibles: migrantes, colectivo LGTBI, sintecho, etc.
El Corredor del Henares es una comarca de tradición obrera, que ha sido especialmente castigada por la crisis en tanto ha sufrido un desmantelamiento de su importante sector industrial; lo que ha generado paro, precariedad y pobreza.
Esto, unido a una profunda deslegitimación de las instituciones tradicionales del sistema, es el caldo de cultivo perfecto para el auge del fascismo. Frente a esta amenaza debemos organizarnos de barrio a barrio y generar una alternativa basada en la solidaridad, el multiculturalismo y el respeto a la diversidad; y creando un discurso que no señale a los sectores más excluidos sino a los verdaderos culpables de la crisis.
También estás implicado en la primera asociación LGTB de la zona de Henares, DiversAH, ¿encontráis apoyos institucionales?
Por ahora no hemos tenido ningún trato con la administración local. Nuestro activismo en Alcalá es incipiente y está basado en el trabajo de calle y junto al resto de movimientos sociales de la ciudad. Ahora bien, aunque esa es nuestra esencia, sí se hace necesario un Ayuntamiento que de voz a los movimientos LGTBI, pues nuestro colectivo sufre en Alcalá una completa exclusión de la vida activa del municipio, sin ningún tipo de iniciativa institucional que favorezca la información, la auto-organización y el empoderamiento de las personas LGTBI.
Tras el éxito de la primera celebración del Orgullo en Alcalá el año pasado, esperemos que este año logremos demostrar que el colectivo LGTBI alcalaíno viene pisando fuerte y reclama de las instituciones una lucha decidida contra todo tipo de discriminación por razón de sexo, género u orientación sexual; máxime teniendo en cuenta que Alcalá de Henares ha sufrido y sufre graves episodios de agresión física, psíquica y verbal contra personas LGTBI.
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