miércoles, 26 de marzo de 2014

CONDENO LA VIOLENCIA

                                 


                                CONDENO LA VIOLENCIA

En estos convulsos días de destino incierto, quiero lanzar un contundente mensaje condenando la violencia. Una nítida expresión de frontal oposición a la barbarie, a la agresión, a la salvaje embestida, a la humillante y constante vejación sufrida.

Condeno la violencia social que padecen los más de 13 millones de trabajadores que viven en España  en riesgo de pobreza o exclusión social. Para los cuales llegar a fin de mes es una batalla perdida, una derrota diaria, frustración que fagocita las ganas de vivir.

Condeno la violencia ocasionada a los cientos de miles de familias trabajadoras que han sido desahuciadas en los últimos años.  Victimas de estafas bancarias, de una ley hipotecaria ilegal,  trabajadores condenados a una deuda perpetua tras perder el techo que guarecía a sus familias.

Condeno la violencia que supone la creciente malnutrición infantil en España. Todos esos niños que ya no tienen acceso a una alimentación digna, todos esos niños a los que roban su derecho a la comer bien.

Condeno la violenta vulneración del derecho al trabajo. Millones de familias con todos los miembros en paro, sin prestaciones, sin otro futuro o esperanza que no sea la emigración forzosa.

Condeno el agresivo recorte de derechos sociales, sanidad, educación, dependencia…en una sociedad donde las diferencias sociales crecen. Los pobres, cada vez más pobres. Los ricos, cada vez más ricos. Nos venden la caridad y la plegaria como alternativa al sálvese quien pueda.

Condeno la violenta desesperación a la que se ven abocados los trabajadores que diariamente son arrastrados al suicidio. Aquellos que tras años de trabajo no tienen nada, ni siquiera fuerzas ni autoestima para continuar.

Condeno las violentas condiciones de trabajo caracterizadas por la falta de formación, ausentes o insuficientes medidas de seguridad, ritmos de trabajos inseguros, presiones, horarios ilegales en los que no se respetan periodos de descanso ni días de libranza. 432 trabajadores muertos y 3.292 heridos graves durante el 2013. Victimas, que pagan con su vida el estar inmersos en un engranaje donde su seguridad no es rentable.

Condeno la violenta situación que provoca que miles de  mujeres trabajadoras recurran a la prostitución como medio para vestir, calzar y alimentar a sus hijos. Prostitución o pobreza. Prostitución o desahucio. No es una opción, es una forma de violencia. Otra más entre tantas.

Condeno la violencia verbal del Obispo de Alcalá que se atreve a decir, desde la oscura cueva de su ignorancia, que el derecho a decidir convierte a la mujer en “campeona de la destrucción de la vida”. Un Obispo con la boca muy grande, un hooligan con sotana llamado Reig Plá.

Condeno la violencia homicida desatada sobre aquellos trabajadores que nadaban buscando una vida mejor, una oportunidad, un sueño.

Condeno las violentas políticas de la troika y los canallas que las apoyan. Anteponiendo el pago de una deuda ilegitima, generada por los intereses del rescata a la banca, a las necesidades y derechos de los trabajadores. Los ladrones se han disfrazado de personas respetables, ante las cámaras explican su increíble coartada, mimetizándose con el paisaje, ocultando sus manchadas manos.

Condeno la violencia sufrida por los dos millones de trabajadores que se concentraron en Madrid para construir la alternativa el pasado 22 de marzo. La carga policial y los disparos de proyectiles de goma sobre la gente que se manifestaba legal y pacíficamente. La represión a las 20:30h. siguiendo el plan acordado, a tiempo para salir en el telediario. El pánico generado sobre los que salieron a la calle a exigir pan, trabajo y techo.

Deseo, sinceramente, la pronta recuperación de todos los heridos del pasado 22 de marzo, manifestantes y policías. Y que las heridas de estos últimos no sean utilizadas, por los mercenarios de la manipulación, para justificar la perpetuación de la violencia que golpea a los trabajadores.

Deseo también, que la unidad crezca, se articule, se arraigue, poderosa e imparable; como el 22 de marzo en Madrid, cuando abarrotamos de Atocha a Colón, justo antes de la carga ordenada por los violentos.


David Cobo

Secretario Político – Agrupación PCE-Alcalá de Henares

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