miércoles, 31 de diciembre de 2014



Desde la Agrupación del PCE de Alcalá de Henares os deseamos un Feliz 2015, un año donde la lucha de los trabajadores haga que el pueblo tome las riendas de su destino:
- Para que empresarios con beneficios no despidan trabajadores. Para que fabricas con altas ganancias no se vayan de España en busca de trabajadores más baratos.Para que los gobiernos corruptos no abaraten el despido y roben derechos laborales: Tomemos las riendas.
- Para que multinacionales de la energía no nieguen la calefacción a las familias trabajadoras. Para que los banqueros dejen de desahuciar trabajadores. Para que las grandes empresas de la alimentación dejen de tirar toneladas de comida mientras hay niños malnutridos: Tomemos las riendas.
- Para que dejen de matar enfermos de hepatitis a los que, por no tener dinero, se les niega los medicamentos que necesitan para sobrevivir.Para que hooligans con sotanas dejen de llamar asesinas a las mujeres que abortan y enfermos a los no heterosexuales. Para que los recursos públicos, nuestros recursos, se utilicen en asegurar educación pública, laica y de calidad para todas: Tomemos las riendas.
- Para la que la justicia este alcance de todas. Para que el transporte público sea un derecho para todos. Para abordar un proceso constituyente que cree un nuevo marco social en el que se blinden los derechos de los trabajadores: Tomemos las riendas.

Despedir el año con poesía no es mala idea, de hecho era con poesía con lo que se despedían del año los comunistas del Penal de Burgos durante el franquismo. El poema lo escribió en 1960 el poeta comunista Marcos Ana, preso político que más años pasó en las cárceles franquistas:

ROMANCE PARA LAS DOCE MENOS CUARTO
(Noche vieja en la prisión de Burgos)

Camaradas, a las doce,
todos los pulsos en hora.
Que suenen como campanas,
en una campana sola.
Que fundan los corazones
en un corazón y todas
las ramas del pulso sean
árbol de luz en las sombras.

Amigos, todos en pie:
sobre las montañas rojas
de nuestra sangre sin yugos
la voz erguida en la boca.
Si alguno siente que tiene
las alas del pulso rotas,
¡que las componga!, a las doce,
todos los pulsos en hora.

¡Oíd, yunteros del alba!
¡Oíd, pastores de auroras!
Para conducir el día
hacen falta caracolas
con dura canción de ríos;
que en las manos creadoras
vayan firmes las cayadas;
ir apartando las horas
y derribando la esfera
donde el tiempo nos destroza.

Hay que hacer nudos al alma,
dejar huellas en las rocas,
esconder la espuma, el junco,
la breve luz de las hojas
donde la luna se duerme...
¡Ser ascua vertiginosa,
piedra viva, monte y río,
corazón de cada cosa!

Camaradas, a las doce
todos los pulsos en hora.

Si arena tienen los tuyos;
si grietas tu voz, ya ronca
de golpear contra el muro;
amigo, si te desplomas
como una hierba apagada,
bebe en la arteria sonora
de tu bandera, en la herida,
de tu pueblo, en cada gota
de su sangre fusilada.

Sube desde tu derrota;
desde tu cruz sumergida,
como un relámpago a proa;
desde tus huesos al pulso,
desde la raíz más honda
firmemente a la palabra
donde la fe se enarbola.
¡Despierta el rayo dormido
que en tu corazón reposa!

Camaradas a las doce
todos los pulsos en hora.

A las doce todos uno.
Las campanadas redondas
con las hogueras del pulso
formen una sola antorcha.
Almas de acero encendido
que al mismo viento tremolan,
forjan el día en un yunque
de dolor, con recio aroma
de amaneceres que nadie
podrá arrancarnos...

No hay tromba
de paredones, ni balas,
ni rejones, no habrá sogas
capaces de hacernos bueyes:
¡Nuestro cuello no se dobla!

Miradnos aquí, miradnos,
mientras los muros sollozan,
cruzar el año cantando,
rompiendo “noche española”,
acariciando los hombros
de un crepúsculo sin costa.
Miradnos aquí, miradnos,94
Mientras los muros sollozan,
¡Siempre de pie!, sin rodillas,
como encinares de gloria.

¡Camaradas, a las doce,
todos los pulsos en hora!

 

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