Buenas. Tengo un artículo, que creo de interés para la publicación del PCE, sobre nuestra ciudad Alcalá. Trata sobre la propaganda derechista que estos días azota la ciudad, desde la perspectiva de alguien joven como yo.
SOBRE LA PROPAGANDA DERECHISTA EN ALCALÁ DE HENARES
-Métodos y permisión del gobierno alcalaíno
Soy una persona joven. Muy joven, que apenas ha empezado a vivir, y por desgracia, me estoy dando cuenta de que poco me van a permitir vivir. He de reconocer, que en mi generación somos todos muy apolíticos, en el mejor de los casos. En el peor, la gente se decanta por tendencias violentas, xenófobas y peligrosas para la gente, sin saber en qué se meten, sin tener realmente claras degenerando a toda esa gente, a eso que en cierto momento fueron personas, en una horda de niños, casi hombres ya, dispuestos a machacar a su propia sombra por unas ideas confusas, erróneas.
Yo, por suerte, siempre he sido educado en la tolerancia, y con el tiempo he ido modelando mis ideales, he ido afianzando mis creencias, desechando algunas equivocadas, puliendo los conceptos, estudiando la historia. Y ahora, con dieciocho años, a punto de cumplir diecinueve, me encuentro escribiendo estas líneas, cargado de indignación.
Alcalá de Henares siempre ha sido mi ciudad, a pesar de que hace tres años tuve que mudarme. Desde entonces, con la lejanía y conforme mi vida social se ha hecho más activa, pasando más tiempo en la calle, me he ido dando cuenta de muchas cosas. Sobre todo, que el gobierno del PP en mi querida ciudad, si no promover, tampoco actúa en contra del fascismo descarado. Sí, he usado la palabra fascismo, por que extrema derecha me parece un eufemismo para lo que se está desarrollando en Alcalá de Henares.
Y es a lo que vengo a hablar. Estos párrafos anteriores, no han sido por gusto, si no para colocarte a ti, lector, en mi situación. Las calles, para nosotros, se han vuelto peligrosas. Bandas de extrema derecha salen de "caza" muchos fines de semana. La propaganda derechista está en cada rincón, pegada en cajas de ahorros, en los institutos, en los colegios, en los buzones de todas las casas. Los niños de ideas equivocadas de los que hablaba antes, promueven eso con pintadas. No nos dejan vivir tranquilos.
Como se puede observar en las imágenes, está bien claro el fascismo, que digo, claro no, cristalino. Carteles contra los extranjeros, contra la banca, pintadas en los lugares de reunión, incluso en la propia entrada de Alcalá. Poco más se puede decir sobre ello, las imágenes hablan por sí mismas.
Pero lo que me crispa, lo que de verdad me crispa, es que el ayuntamiento no haga nada. He vivido en mi propia carne el dolor de una de esas palizas propinadas, como si casi dejar ciega de un ojo a una persona ratificara sus ideales. La policía local, más que ayudar, los encubre, sabiendo quienes son, incluso, en algunos casos, muchos son militares. El ayuntamiento no tapa las pintadas, no prohíbe las manifestaciones de Democracia Nacional, ni las actividades, muchas de ellas violentas, de sus juventudes. No prohíben el auge de los carteles de España Dos Mil por toda Alcalá, no cierran locales ni aun a pesar de saber cuales son. Como decía antes. El ayuntamiento no ayuda, pero tampoco les para los pies.
La violencia está al orden del día entre la juventud alcalaína. Incluso los que no quieren verse metidos en estos líos, tienen miedo de “Los Nazis”, como comúnmente son llamados. Jóvenes de entre diecinueve y veinticinco años que salen de caza, los que mencioné antes. Tratan de hundirnos desde la juventud, de despojarnos de ideas mediante carteles, mediante el miedo. Y mientras, Bartolomé no hace nada por solucionarlo.
Por D. P. T.
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