sábado, 28 de noviembre de 2009

MANOS ARRIBA, ESTO ES UN ERE

E.R.E. - MANOS ARRIBA, ESTO ES UN ERE Los trabajadores de Roca y Electrolux salen a la calle a defender sus puestos de trabajo. Ya lo hicierón en su día los compañeros de Boch, Aeroquip, Koxka, Quimica Sintetica, Poliseda, Iveco… Es el reflejo de la agresión que estamos sufriendo los trabajadores en toda España y particularmente en el Corredor del Henares. La crisis está aquí. Está presente en las conversaciones en el mercado, en el bar, en la peluquería, en la calle. Está presente en las miradas de los que buscan trabajo luchando para salir adelante. Pero la crisis no es un fruto de la mala suerte, no es algo inevitable que nos cae del cielo. Tiene culpables, que no somos los trabajadores a los que nos despiden y suben los impuestos, son aquellos que en este río revuelto están sacando tajada. Hay empresas que cierran porque efectivamente ha bajado el volumen de negocio. Otras lo hacen debido al impago de morosos, los cuales son en muchas ocasiones los ayuntamientos. No son pocas las empresas que caen víctimas de los bancos, los cuales les cierran las líneas de crédito de forma drástica. Los mismos bancos que han recibido millones de euros de dinero público y que han tenido más beneficios en el primer semestre del 2009 que en el mismo periodo del 2008. Esos bancos que no dejan de ganar dinero, no conceden créditos pero sí posibilitan el fichaje de estrellas de futbol y patrocinan equipos de Formula 1. Pero yo quiero hablar de esas otras empresas, de las que obtienen beneficios y no les basta, quieren más, vampiros cuya sed no tiene límites. Aprovechan la situación para presionar a los trabajadores a que renuncien a parte de sus derechos adquiridos, despiden de forma individual o colectiva, no renuevan los contratos temporales, o simplemente, plantean un ERE. Después, aumentan el número de horas extra, aumentan el ritmo productivo y meten contratas para hacer el mismo trabajo que realizaban los despedidos. También están las empresas que se van, cierran a pesar de tener beneficios, hacen negocio con los terrenos y marchan en busca de trabajadores más baratos en otros lugares del mundo. Para muchos de estos chupadores de sangre el ERE se ha convertido en un rentable negocio. Durante el primer semestre del 2009 se registraron en España 10.382 Expedientes de regulación de empleo, un 486% más que en igual periodo del año anterior. Los Expedientes mencionados han afectado a 325.456 trabajadores, 1903% más que en el 2008. ¿Qué tiene el ERE que tantos empresarios lo quieren? Durante un ERE temporal la mayoría del salario del trabajador sale del dinero público, la parte que pone el empresario está sujeta a negociación. En caso que el ERE sea de extinción de contrato, despido puro y duro, la indemnización mínima al trabajador puede ser de 20 días por año trabajado con un máximo de 12 mensualidades, lo cual representa un abaratamiento del despido brutal. ¿Qué hacer cuando una empresa se quiere ir? Me estoy refiriendo a una empresa con beneficios que quiere marcharse a otro lugar del mundo. Esas empresas con nulo compromiso social que buscan trabajadores más baratos para aumentar beneficios. No hablo únicamente de empresas extranjeras, pues empresas originalmente españolas juegan a lo mismo. Mírese Pescanova, Kelme… o las aparentes intenciones de Roca. Enterémonos de una vez, las empresas no tienen nacionalidad, únicamente se deben al capital de sus accionistas y a la búsqueda del máximo beneficio. Hasta ahora lo que se está haciendo es ofrecerlas dinero público en forma de ayudas para que se queden. Y lo que suelen hacer es exigir más dinero en un par de años. Bien, es una opción pero y si contemplamos otras. Como por ejemplo, crear industria pública. Una industria de todos que sea bien gestionada, con fuerte compromiso social que asegure la producción y el empleo en el lugar donde se ubique originalmente. Siempre se trata de unir los conceptos de “público” con “mala gestión”. Una empresa pública puede estar bien o mal gestionada, pero al ser pública siempre podremos cambiar los gestores y sus beneficios reinvierten en el colectivo. Una empresa privada, sea cual sea su gestión no es nuestra, no participamos en la toma de decisiones, la sociedad no obtiene cuota de beneficios, puede cerrar o marcharse cuando quiera. La gestión pública directa asegura empleo y es vital en sectores estratégicos y fundamentales como el energético, sanitario o educativo. ¿Para quién ha sido beneficioso privatizar Pegaso, SEAT, Iberia, Repsol, Endesa, Telefónica…? Mejor no responder esta cuestión y preguntad a los trabajadores de estas empresas a quienes ha beneficiado la privatización. Del mismo modo planteo la necesidad de una banca pública que asegure las líneas de crédito. Nuestras cajas de ahorro, que podrían y deberían haber desempeñado ese papel, se han convertido en un clon de la banca privada, y ahora reproducen sus carencias y limitaciones. Lo que demuestra que lo que se necesita no es cualquier tipo de banca pública, sino un nuevo tipo de intermediación bancaria obligada a estar al servicio de la creación de riqueza y de actividad productiva, no a financiar pelotazos o burbujas especulativas, como ha estado ocurriendo. ¿Cómo es posible que un Gobierno que dice ser de izquierdas permita expedientes de regularización de empleo en empresas con beneficios? Los diferentes Gobiernos de centro, “izquierda” y derecha han tratado que España fuera atractiva para invertir en proyectos empresariales dentro de sus fronteras. Se ha tratado de atraer inversiones ofertando que en España los trabajadores somos baratos. El método a seguir ha sido la progresiva precarización del empleo, abaratamiento del despido, aumento de la temporalidad, pérdida de poder adquisitivo… Todo ello mediante sucesivas Reformas Laborales en contra de los intereses de los trabajadores. Finalmente se impone la realidad, no podemos competir en esta suicida carrera por la precariedad con las economías emergentes de Asia, Europa del Este y América. En los últimos 14 años todo este proceso de pérdida de derechos laborales se ha realizado en un desesperante clima de desmovilización obrera y “paz social”, únicamente roto en momentos muy puntuales. Podemos arremeter contra los sindicatos, no faltaran motivos, pero poco o nada se avanza con la crítica si no hay voluntad en participar activamente en ese avance. Nuestra sociedad es la que es. Los sindicatos no son entes ajenos a la sociedad, por lo que tenemos unos sindicatos conformes a la sociedad en la que vivimos. Si queremos que los sindicatos cambien o que crezcan otros sindicatos, es preciso que cambie la sociedad, y ese cambio empieza por nosotros mismos. Si queremos poner fin al problema hemos de estar dispuestos a participar en la solución. Estas ya no son las CC.OO. de Marcelino Camacho y este PsoE en nada se parece, salvo en las siglas, al de Pablo Iglesias. Efectivamente, tampoco este PCE tiene la fuerza del de “La Pasionaria” o el de Julio Anguita. Pero podemos estar seguros de una cosa. Podemos asegurar que a los trabajadores nunca se nos regaló nada. Todo es conquistado. No es momento de quedarse en casa. Es momento de dar un paso adelante, organizarse, defender nuestros empleos, plantear alternativas… y salir a la calle, que ya es hora. David Cobo García Responsable de Movimientos Sociales Agrupación PCE de Alcalá de Henares

1 comentario:

Anónimo dijo...

Una entrada redonda, David. Me ha gustado mucho. Tiene de todo, desde el vídeo, el análisis local, el general, se proponen alternativas,... Lo único que me desasosiega es la autocrítica final, pero no es que ésta esté mal, pero acabar con ella deja un resabio extraño después de tan buen artículo.

Saludos.
Paco